9 sentimientos tóxicos y una guía para aprender a gestionarlos
Los sentimientos están detrás de todas tus decisiones y acciones. En Yosiento creemos que sin sentimientos no hay movimiento, por eso es tan importante que aprendas a gestionarlos eficientemente, porque dependiendo de cómo los manejes, pueden ser tus aliados o pueden transformarse en sentimientos tóxicos que te impidan llevar una vida interior equilibrada.
¿Sentimientos positivos y negativos?
Los sentimientos en sí mismos no son ni “buenos” ni “malos”, pero se transforman en sentimientos tóxicos cuando se instalan permanentemente en tu vida generando frustración y una mezcla de sensaciones poco productivas que te dejan exhausto emocionalmente.
Cómo aprender a gestionar los sentimientos tóxicos
El primer paso para escapar de ese círculo vicioso que puede llegar, incluso, a afectar tu salud, es identificar esos sentimientos que te resultan dañinos, y una vez identificados, concientizar que los sentimientos están en tu vida para sentirlos, no para que te dominen.
Reconocerlos te ayudará a manejarlos y transformar los sentimientos tóxicos en sentimientos que experimentas en una situación determinada, pero que también, salen de tu vida sin lastimarte, en un fluir sano y enriquecedor de tu mundo emocional.
Los 9 sentimientos tóxicos más frecuentes:
- La ansiedad: es normal sentirla si te enfrentas a algo desconocido. La clave está en confiar en tus capacidades y habilidades para superar los retos que la vida te presenta. ¡Sustituye la negatividad por positivismo y confianza en ti mismo!
- La rabia: bien canalizada puede ayudarte para conseguir objetivos y metas, sin embargo, si no la sabes manejar puede derivar en ira y violencia. Debes conocer tus límites para saber cuando ese sentimiento está a punto de controlarte.
- El miedo: puede ser adaptativo y útil ya que te moviliza, pero también te puede paralizar, por lo que es necesario afrontarlo y superarlo.
- Los celos: no solo dañan a la otra persona, también a ti mismo. Es un sentimiento que mina tu autoestima y tus relaciones afectivas.
- La vergüenza: es altamente paralizante porque está relacionada con la sensación de ser inadecuado, de no ser suficientemente valioso lo que deriva en una baja autoestima.
- La frustración: detrás de una persona enojada, muchas veces hay una persona frustrada. Este sentimiento está relacionado generalmente con la decepción ante un deseo no cumplido o una necesidad no satisfecha.
- La culpa: Es normal sentir culpa por una situación determinada en la que reconoces que fallaste, sin embargo, es necesario aprender a perdonarte y pasar página. Todo nos sirve de aprendizaje.
- La angustia: te hace vivir en un continuo malestar. Es una mezcla difusa de preocupación y miedo que puede llegar a ser paralizante. Es necesario que estés atento e identifiques cuál es tu miedo real, para intentar que no sea un impedimento para sobreponerte ante situaciones difíciles.
- El apego emocional: es el vínculo que se construye con otra persona, pero puede llegar a ser tóxico cuando va unido con baja autoestima y la manipulación por una de las personas involucradas en la relación.