¿La emocionalidad de un bebé empieza en el útero?
¿La emocionalidad de un bebé empieza en el útero? Es una pregunta que durante la última década los científicos han intentado responder. Se sabe que el tabaco, el alcohol y una mala alimentación afectan negativamente a una mujer embarazada, sin embargo, poco se sabe sobre el mundo emocional del niño intrauterino. Si bien no se han obtenido todas las respuestas, hay cada vez más evidencias de que el bebé siente desde mucho antes de nacer.
El doctor Thomas Verny, psiquiatra experto en el tema (autor de “La Vida Secreta del Niño Antes de Nacer”), plantea que el bebé aún no nacido es un ser consciente, que siente y recuerda, y que todo cuanto ocurre durante el período de gestación va moldeando y formando su personalidad. Según nuevos estudios, el niño intrauterino es sensible a matices emocionales excepcionalmente sutiles. Desde el útero, el feto experimenta el mundo a través de su madre. Es capaz de percibir sus sentimientos, ideas y temores. Esto es posible, porque las emociones, sobre todo las intensas, desencadenan la liberación de diferentes sustancias químicas al torrente sanguíneo (la ira libera adrenalina, el miedo otras catecolaminas, la euforia libera endorfinas y el estrés cortisol). Éstas atraviesan la placenta a los pocos segundos de experimentarse el sentimiento o la emoción y llegan a la circulación fetal.
El Balance es la Clave
Los sentimientos y emociones fuertes exponen al bebé en gestación a sus primeras sensaciones poco placenteras, pero cabe destacar que esos momentos de preocupación, disgusto o rabia que puede experimentar la mamá, si son ocasionales y poco frecuentes, no son del todo perjudiciales. Por el contrario, van entrenándolo para que pueda enfrentarse a futuras situaciones difíciles. Los problemas surgen cuando los sentimientos y emociones negativas que experimenta la madre son continuos, ya que el aumento de circulación de neuro-hormonas asociadas al estrés, pueden ocasionar al feto una mayor susceptibilidad biológica hacia la aflicción emocional.
¿Cómo afectan el estrés y la ansiedad de la madre al bebé en gestación?
Un equipo de investigadores del Imperial College de Londres, liderado por la psicobióloga Vivette Glover, realizó un estudio sobre la emocionalidad con 14.000 embarazadas. Midieron sus niveles de ansiedad y de estrés, y luego se estudió durante años a los niños que nacieron. Vieron que el 15% de los hijos de las madres más estresadas y ansiosas tenían el doble de riesgo de padecer déficits de atención e hiperactividad. Además, estos niños eran más proclives a ser ansiosos y a tener problemas de conducta.
Las emociones del bebé van de la mano de las de su madre
La conexión emocional entre la madre y su bebé no nacido es incuestionable. Ahora los expertos destacan la necesidad de ampliar los cuidados prenatales y que no sólo se tome en cuenta el control físico, este debe ir acompañado de una vigilancia de la salud emocional.
El doctor Carlos Bromley, estudioso del área afirma “Los sentimientos que tiene la madre durante su embarazo llegan al bebé e influyen en su crecimiento, su desarrollo, en la formación de su cerebro, y hasta en su estructura cerebral”.
Una futura madre que tenga un amplio conocimiento de su mundo emocional, será capaz de manejar de manera más eficiente esa etapa tan importante de su vida y, en consecuencia, su bebé vendrá al mundo con una carga emocional sana y equilibrada.