La Soledad en tiempos de redes sociales
Vivimos conectados prácticamente las 24 horas del día a cualquier dispositivo electrónico y, sin embargo, hoy más que nunca la soledad se ha convertido en un tema de salud pública, sobre todo en Europa y Estados Unidos. La pregunta que surge es: ¿cómo es posible que en tiempos de redes sociales, teléfonos inteligentes y globalización, una de cada cuatro personas declara sentirse sola? Lo más sorprendente es que la llamada Generación Centennial (18 a 22 años) es la que admite sentirse más aislada, a pesar de ser nativos digitales. No tener contacto cara a cara, no tocar, abrazar o reunirse a compartir en grupo provoca esa sensación de aislamiento y soledad.
Estar solo o sentirse solo.
Ciertamente uno puede elegir estar solo y disfrutar de un espacio para pensar, desconectar, reflexionar, meditar y apartarse por elección de la vorágine diaria y de actividades sociales muchas veces impuestas. Sin embargo, muy distinto es sentir una falta de estímulo o sentirse abandonado a pesar de estar rodeado de gente. Esa sensación de vacío puede llegar a ser muy dura y difícil de manejar, y puede ser la que conlleva a perder la motivación, la esperanza y la ilusión. La psicóloga clínica Lecina Fernández autora del libro, Ilusión Positiva, destaca la conexión que existe entre estos sentimientos y explica cómo utilizarlos para superar los miedos y pasar a la acción para recuperar las ganas de alcanzar metas. En otras palabras, nos invita a seguir avanzando y no estancarnos en lo negativo. ¿Cómo podemos lograrlo?
Pasemos a la acción
- Tomar conciencia de que es necesario ser proactivos para salir del bache emocional que nos impide sentirnos plenos.
- Identificar cuáles son las actividades que se disfrutan. Para algunos será la jardinería, para otros dibujar, hacer un curso de cocina, inscribirse en un gimnasio o en un club de lectura. La interacción con otros es fundamental.
- No tomar como ejemplo de vida la versión “idílica y casi perfecta” que muchos muestran a través de Instagram y otras redes sociales. La vida No es una foto, un bonito paisaje o un outfit perfecto. Las comparaciones son odiosas y más si se tiene baja autoestima o se está pasando por una situación emocional complicada.
- Conseguir una mascota. Estudios clínicos demuestran que reducen los niveles de ansiedad y alivian la soledad y la depresión.
- Trabajo voluntario. Las personas que realizan voluntariado son más proclives a considerarse felices. La acción voluntaria deriva en estados de ánimo positivos, favorece la reducción de la ansiedad y las sensaciones de impotencia y desesperanza.
El ser humano es gregario por naturaleza y el contacto humano es fundamental. La interacción a través de redes sociales puede ser un elemento más de nuestra vida, una forma específica para vincularnos con el otro, pero no ser la única forma de conectarnos con el exterior.